En artículos anteriores hablamos de cómo preparar una pared para dejarla lisa. A continuación vamos a ver dos de los varios tipos de pinturas que existen para decorar esta pared; Pintura plástica lisa y laca (al agua o al disolvente) con acabado liso.
En cualquiera de las dos lo primero que tenemos que hacer es dejar un buen acabado liso, esto se consigue emplasteciendo todos los pequeños defectos que tenemos en la pared con una masilla fina del tipo Rualaix y lijándola posteriormente con una lija muy fina, después hay que revisar el paramento detenidamente, para esto los profesionales suelen utilizar una lamparilla portátil ya que con mayor luz y su refracción se aprecian mejor los defectos. Si una vez efectuada la revisión descubriésemos mas defectos tendríamos que repetir la operación. Cuanto más perfecta quede la pared mejor quedara el acabado, ya que este paso es el que dará la planimetría y la mejor textura a la pintura final.

La primera mano de pintura la tenemos que aplicar muy diluida con agua (mas del 15%), ya que al ir más fluida penetrara mas en el soporte y quedara mejor anclada, dejando una buena base, conviene pasar una lija fina para suavizar la pared. La segunda mano y la tercera la aplicaremos con un 5% de agua aproximadamente. Al aplicar el material nos tendremos que preocupar en aplastar y peinar bien la pintura que estemos aplicando con el rodillo (no hace falta hacer fuerza) y llevaremos el rodillo siempre con pintura, nunca seco ya que podría dejar ráfagas. Algunas veces hay que aplicar otra mano para que la pintura quede uniforme en color y brillo, ya que existen variables como el color que estemos aplicando y el soporte que tengamos, que nos obligaran a esto.


Estos materiales se pueden adquirir en una infinidad de colores, ya que hay unas cartas cromáticas donde puedes elegir el color o los colores que deseas combinar con tus muebles y cortinas de la habitación o entre las paredes que vas a decorar.
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